Bilbao, Santander, Ribadesella.

Fecha: del 01 al 13 de abril de 2019.

Participantes: El de siempre, Agd y Mrt.

Ruta: Camino de Santiago del Norte, o de la costa.

Acceso:

Ida: Bus Valencia Bilbao.

·        Vuelta: Bus Ribadesella Llanes, bus a Santander y Avión a Valencia.

Material: De senderismo.

Descripción:

            Tras haber barajado otras opciones más complejas, unos días antes se me apuntan dos jóvenes acompañantes, por lo que cambio los planes por el Camino de Santiago el cual cubre fácilmente todas las necesidades que uno pueda tener.

            Hacía mucho que no andaba tanto por el asfalto, de hecho, creo que nunca he hecho tanto asfalto. Mis últimas experiencias han sido íntegramente por lugares por los que no podían circular vehículos, con algún tramo esporádico de asfalto para aproximarse a las poblaciones.

            Largas y agotadoras rutas que luego te impiden disfrutar o incluso visitar los destinos idílicos por los que discurre “El Camino”: Castro Urdiales, Laredo, Santillana del Mar, Comillas, Llanes, Ribadesella,… Fueron algunos de los lugares en los que me hospedé y que apenas pude ver.

            Independientemente de todo esto, El Camino, es El Camino: Personas de todas las nacionalidades (corea, Suiza. Alemania, Francia, Cuba,…), excelente comida, paisajes alpinos, costas nórdicas, cielos limpios, animales salvajes,..

            Se trata de ese lugar en el que todos se encuentran bien. La mayoría de las personas vienen solas, y la mayoría de estos tienen uno u otro problema mental, unos más grandes y otros más pequeños, pero todos con un punto en común: que el portador, no sabe cómo solucionarlo. Y esto lo que lo convierte en un problema.

            Podría poner algún ejemplo de los que he vivido, pero la idea, es la posibilidad que brinda el camino de poder contar algo a un desconocido y que este te pueda aportar alternativas a las cosas, a las que tú no les ves solución. Con el paso de los días y con las necesidades básicas cubiertas, normalmente eres capaz de encontrar tus mejores caminos, tus distintas opciones y si no, “siempre lo puedes repetir o hacer otro Camino de Santiago”. Hay gente que lo convierte en una forma de vida.

            Yo siempre he dicho que hay dos motivos para viajar: el primero sería ir a visitar un lugar y el segundo sería alejarse de lo que te rodea. Ahora bien, en el camino he descubierto un tercer motivo: el viajar para poder reflexionar sobre cuál de los dos caminos anteriores tomar. He podido observar como una persona desorientada decidía dar una dirección a su vida, tras agradecerme el haberle escuchado.

Dificultades:

            Hemos sufrido el clima cantábrico en su plenitud. En una misma etapa, nos ha llovido más de 6 horas, con fuertes ráfagas de viento, hemos visto aparecer el sol unos minutos que te hacen parar a quitarte ropa por el sofoco y volver la lluvia con frías ráfagas de viento.

            Etapas en las que te tienes que cambiar de ropa 5 o 6 veces, muchas de ellas lloviendo.

Anécdotas:

En Castro Urdiales, conocí a un chico español que residía en Dinamarca, que iba a realizar el Camino a base de etapas de 50 km, lo más próximo posible a la costa.

Para ir de Castro Urdiales a Laredo, un río te hace alejarte de la costa más de 5 km para poder cruzarlo, por lo que yo pretendía cruzarlo a nivel del mar y para ello, había leído que era imprescindible que la marea estuviese baja, cosa que al final no realicé por ir acompañado. Y toda esta información se la di a mi nuevo amigo.

Dos días más tarde, cuál fue mi sorpresa al encontrarlo en Santander – ¿cómo es que iba tan atrasado?-. Me contaba que para cruzar el rio, estuvo controlando la marea y que aunque estaba subiendo cuando él llegaba, estaba lo suficientemente baja para poder cruzar, que el agua apenas le había llegado a la rodilla. Me contaba como al dar el segundo paso para cruzar el rio con los pies descalzos había pisado un cristal que le produjo un corte lineal de más de 10 cm, y muy profundo – decía enseñándome una foto con los 7 puntos que le habían puesto para cerrar la herida que llevaba tapada por una gran gasa-. Me contaba como se había tenido que hacer un torniquete para que la sangre dejara de salir… El camino, de una u otra forma no siempre te deja alcanzar tus metas, pero brinda multitud de alternativas. Este chico, continuo haciendo cortas y divertidas etapas.

Consejos:

            Es más fácil de realizar de lo que parece, siempre tienes a tu alcance una farmacia, agua, tiendas, paradas de autobús y tren, refugio,… todo de todo y a precios asequibles.

Dificultad:

·        Técnica: Baja.

·        Física: Alta.